El desarrollo afectivo-sexual de las personas con discapacidad es, al igual que para el resto de las personas, fundamental en su desarrollo personal, su satisfacción, su salud, etc.
Según la OMS, la sexualidad es una fuente de placer, salud, bienestar, comunicación y comprensión que genera en las personas actitudes positivas ante sí mismo y ante los demás. La sexualidad debe considerarse como una parte integrante del desarrollo psicoafectivo y psicoevolutivo, por lo que el desarrollo íntegro de las personas conlleva la aceptación del ser humano como ser sexuado.
Os presentamos pues aquí este Protocolo de la Consejería para la Igualdad y Bienestar Social de la Junta Andalucía, en cuya elaboración han participado personas, colectivos y/ o entidades del Tercer Sector.
FDO.: VAJUSUCRES
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